Que pena que no haya habido la sensibilidad suficiente para crear un Museo de los coches amarillos. Pero es que, ésto, en Gran Canaria, es habitual.
la verdad que escierto lo que dices amigo sergio, que pena que no tengamos un museo recordando estos coches de hora.
Que pena que no haya habido la sensibilidad suficiente para crear un Museo de los coches amarillos. Pero es que, ésto, en Gran Canaria, es habitual.
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